La grabación de sonidos es un invento relativamente reciente. El primer documento sonoro del que se tiene constancia, fue realizado en 1860 y se realizó con un fonoautógrafo.
Los primeros intentos de grabación hacían vibrar una membrana que unida a un punzón dibujaba las vibraciones en una cinta ahumada y quedaban marcadas pero no se podían reproducir. Edison, fue de los primeros en grabar esas vibraciones sobre discos de pizarra, y ya se podían reproducir.
El siguiente avance importante se dio con el descubrimiento del vinilo (plástico duro), puesto que permitía hacer muchas copias utilizando moldes.
El siguiente paso en la evolución de la grabación fue usar señales magnéticas en unas cintas de plástico dando lugar a los 8track y los casettes.